Qué implica y cómo operará la primera norma de olores para la industria porcina en Chile
La regulación que limita los olores en la industria porcina es la primera en promulgarse, pero está en consulta pública la norma para el sector pesquero y en elaboración el anteproyecto que regulará a las plantas de celulosa.
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En 2012, los habitantes de la comuna de Freirina en la Región de Atacama se vieron afectados por una serie de olores molestos debido a un criadero de cerdos de la empresa Agrosuper. Para evitar que una situación similar vuelva a ocurrir, el 6 de febrero pasado comenzó a regir la primera norma de olores para la industria porcina en Chile.
El subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, afirma que los olores generan molestia y, “sobre ciertos niveles, provocan un alto impacto a la calidad de vida de la población que reside en zonas circundantes a fuentes potencialmente generadoras de olor. Esta norma permitirá que la actividad porcina sea más sustentable”.
La tramitación de la normativa que busca prevenir y controlar la emisión de olores en esta industria, se inició en 2018 bajo el segundo gobierno de Sebastián Piñera, con la creación del Decreto 9.
En 2022, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó la “Norma de Emisión de Contaminantes en Planteles Porcinos que, en función de sus olores, generan molestia y constituyen un riesgo a la calidad de vida de la población”, la que este año concluyó su tramitación con la toma de razón en Contraloría.
Respecto de la demora en la promulgación, la autoridad explica que “desarrollar normativas robustas para el país, que consideren instancias de participación ciudadana en su elaboración, requieren de tiempo. En particular en este proceso, se suspendió el inicio de la etapa de consulta pública mientras duraba el estado de excepción constitucional por la pandemia”.
Previamiente, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) ya había implementado algunas acciones. En 2013, se creó la Estrategia para la Gestión de Olores en Chile, lo que permitió que el país contara con métodos estandarizados, y se dictaron guías de apoyo para que establecimientos privados elaboraran un Plan de Gestión de Olores.
Aplicabilidad
La norma tendrá efecto para los planteles que tengan más de 750 animales, tanto para los existentes -83 en el país- y futuros.
La regulación establece que los criaderos deben reducir la emisión de olores en función del número de porcinos. Los más pequeños tienen que disminuir la tasa de emisión de olor en la laguna de purines -residuos de origen orgánico, como excremento- en un 70%, mientras que los criaderos grandes tendrán que cumplir con un límite de emisión de olor, dependiendo de cada caso.
La norma se aplicará en todo el territorio nacional, pero son las regiones Metropolitana y de O’Higgins las que concentran el 75% de los planteles porcinos, zonas donde además está el mayor número de habitantes en Chile.
La fiscalización estará a cargo de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), la que coordinará el sistema de reportes periódicos que las compañías deberán realizar, permitirá el autocontrol de las empresas y deberá disponer de información actualizada.
“La norma destaca por incorporar un enfoque tecnológico, el que incluye no solo límites de emisión de olor, sino también exigencias de prácticas operacionales. De esta manera, las expectativas van dirigidas en subir el estándar operativo de las fuentes emisoras de olor”, afirma el subsecretario Proaño.
Las prácticas operacionales que deberá incorporar la industria incluyen aspectos como las condiciones en que realiza la limpieza de pabellones y su periodicidad; el desarrollo de un Plan de Contingencias que debe ser informado a la SMA y al Municipio; e incorporación de tecnologías en el plan de mantención de equipos y monitoreo en línea de los parámetros de abatimiento de olor.
Según estimaciones del MMA, se espera que la aplicación de esta norma beneficie a más de 40 mil personas.
Otras industrias
Con esta legislación como base, el MMA está elaborando una norma de olores para el sector pesquero, y está en proceso de revisión la Norma de Gases TRS -Azufre Total Reducido- para plantas de celulosa, a la que se incorporará el control de las emisiones de olor.
El subsecretario Proaño explica que en el marco del diagnóstico realizado en la Estrategia para la Gestión de Olores, se priorizaron los sectores “potencialmente generadores de olor. Se analizaron criterios como actividades con mayor número de denuncias, número de instalaciones y actividades involucradas en conflictos socioambientales”.
La norma de olores para el sector pesquero está en consulta pública hasta el 10 de mayo, por lo que el subsecretario espera que sea promulgada en 2024. En tanto, la revisión de la norma para las plantas de celulosa está en etapa de elaboración del anteproyecto, cuya consulta pública se realizaría a fines de 2023.